No reside ni en cierta indiferencia, ni en cierta contingencia, sino en el modo de afirmar o de negar, de suerte que cuanto menos indiferentemente negamos o afirmamos, más libres somos". En resumidas cuentas, somos libres cuando afirmamos con conocimiento de causa, cuando nuestras acciones se derivan de nuestra propia naturaleza, cuando nuestra voluntad y la ley natural son una misma cosa.
La libertad spinoziana: reconocerse en la divinidad, hallarse en ella porque únicamente en ella estamos... Fuera de Dios no hay sino equívoco y confusión.
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